Quiénes Somos
Pisco Caur – La Búsqueda de la Perfección
En los suelos antiguos del Valle del Limarí, donde La brisa impacta con Los Andes, existen parras que han resistido el paso del tiempo durante más de cinco décadas.
Son vides viejas, nobles, profundas. No producen mucho. Pero lo que entregan... es inigualable.
Pisco Caur nace ahí. Donde el sol no perdona y el viento lleva historias.
Cada racimo es revisado a mano, uno por uno. Solo las uvas moscatel en su punto exacto de madurez llegan a los canastos. No hay prisa, no hay máquinas, no hay margen para el descuido.
Una vez en bodega, la uva es despalillada y prensada con respeto. El vino se deja fermentar bajo supervisión constante, aprovechando la expresión natural de sus levaduras y reforzándola con cepas seleccionadas cuando el proceso lo exige.
Luego viene la parte más delicada: la destilación se realiza en un alambique de cobre importado directo de Portugal desde fabricantes expertos en el arte de la fabricación de alambiques, siguiendo siempre estándares de la alta cocina llevando siempre nuestro proceso bajo un estricto control de temperaturas, donde cada corte —cabeza, corazón y cola— se decide a partir del aroma, del sabor y del corazón del maestro destilador.
No hay automatismos. Solo atención absoluta.
El resultado no puede llamarse simplemente pisco.
Es un legado líquido.
Una obra que lleva en sí la elegancia del tiempo, la disciplina de lo bien hecho y la humildad de quien respeta su origen.
Pisco Caur. Más que un pisco, un tributo a la excelencia.